Nuestro amigo Marcos Vazquez, de la Asociación Gallega de Amigos de la Maquinaria Agrícola Clásica (AGAMAC) nos ha enviado unas notas en las que detalla su experiencia en el proceso de matriculación de tractores históricos, y que esperamos que sea de vuestro interés.
Por definición, la matrícula histórica es un distintivo que se otorga a cualquier vehículo a motor (o matriculable) que cumpla unos requisitos determinados (no sólo de edad) y que, previo a pasar una serie de trámites administrativos, controles de propiedad e inspecciones técnicas, adquiere unas características determinadas que le confieren unos reconocimientos que, a efectos prácticos, se materializan en: pasar la ITV en un periodo más largo de tiempo (depende del vehículo, pero puede llegar a 5 años de intervalo) y obtener bonificaciones en el seguro obligatorio para poder circular. Ahora bien, a lo largo de este artículo, me gustaría escribir lo suficiente para ilustrar al que esté a punto de realizar este trámite, servir de ayuda a la hora de tomar la decisión, y encontrar una vía a recuperar cierto material con importante interés histórico.
En mi parte de vida dedicada a servir al ciudadano como empleado público, he detectado al respecto de este asunto un claro error de interpretación: vehículo con matrícula histórica o vehículo histórico no es aquel que, después de cumplir los 25 años puede obtener una exención del pago del impuesto de rodaje; este impuesto, gestionado (principalmente en Ayuntamientos rurales) por el servicio de recaudación de las Diputaciones Provinciales no afecta para nada a la calificación o reconocimiento de un vehículo como histórico, es tan solo eso: la exención de una tasa al llegar un vehículo con matrícula ordinaria a una edad determinada. Adelanto este asunto en relación a los servicios de recaudación, puesto que, aunque los tractores y maquinaria agrícola matriculable están exentos (por lo general) del impuesto de rodaje, cuando se cambia la matrícula de un tractor de VE (vehículo especial) a VH (vehículo histórico), por defecto, se puede dar el caso de que al ser una alta nueva en el padrón de vehículos y al no existir cruzamiento de datos entre las administraciones oportunas, se pase a cobro el impuesto de rodaje a un vehículo histórico, incluso siendo un tractor, que como se dijo, por lo general, está exento del pago de esta tasa. Se debe pues notificar al servicio de recaudación que corresponda (en el Ayuntamiento o Diputación donde se inscriba el tractor histórico) el trámite que se está realizando o que se realizó para evitar la sorpresa de que el tractor pague impuesto de rodaje.
Empecé el trabajo por el final, pero espero que no la casa por el tejado, y digo esto, porque la matrícula histórica es un reconocimiento interesante para poner en valor máquinas agrícolas que ayuden a entender mejor nuestro pasado y proyectar de forma más precisa y equilibrada el futuro de nuestro rural, imprescindible para la vida.
EXPERIENCIA VIVIDA:
Cuando se me ocurrió la idea de matricular algún tractor de los de colección con matrícula histórica, no me imaginaba a lo que me enfrentaba, pero el esfuerzo de conseguirlo ha merecido la pena, puesto que, al menos en Galicia, se abrió el camino a esta posibilidad. Resulta que no existía trámite para matricular tractores como históricos, sólo para coches, camiones y motos, o sea, que cada departamento de la administración al que acudí, me enfrenté a tener que abrir una puerta difícil de abrir; sea dicho de paso, que mi empeño ha sido acompañado de buena disposición por parte de todos los cerrajeros de la administración que me ayudaron a abrirlas. La experiencia en este campo no es amplia, pero, al menos en Galicia (imagino que similar en el resto de España), es la que hay. De 3 tractores con matrícula histórica de los que tengo constancia (en este momento no sé si existe alguno más), son de casos distintos; en los tres, el certificado del Club o Asociación de Vehículos históricos que es necesario realizar, fue emitido por AGAMAC (Asociación Galega de Amigos da Maquinaria Agrícola Clásica). Los casos fueron los siguientes:
– Un Ferguson TEA-20, procedente del Francia, que ya no tenía papeles para circular ni en origen, pero si perfectamente identificada la propiedad con un contrato de compra y venta.
– Un Fendt Farmer 2, que trabajó en España pero tenía extraviada la documentación, acreditada la propiedad con contrato de compra y venta.
– Un Fordson Super Major , procedente del Programa Renove de Tractores. Merece especial mención, porque gracias a acuerdos con la administración autonómica pertinente y la asociación citada (llegando a publicar la acción en un Diario Oficial), se consiguió diseñar un protocolo muy estricto y conservar varias unidades cuyo destino final era la chatarra.
Este caso merecería otro artículo, pero, inicialmente que nadie piense que los tractores del Programa Renove pueden ir a matricularse como históricos y después trabajar otra vez en la tierra, esto, no puede darse ni debe darse.
PASOS A SEGUIR.
PRIMERO:
Estar convencidos de lo que se va a realizar, que es, solicitar el reconocimiento patrimonial de una máquina, identificándola a nivel público con una matrícula, y, en el caso de los tractores, retirarlos del trabajo agrícola de producción.
SEGUNDO:
Restaurar la máquina lo más cerca posible de la originalidad en la fabricación, eso significa que, a modo de ejemplo, si el tractor no tiene dirección asistida hidráulicamente, instalarla no es lo correcto, y puede acarrear el tener que sacarla, las mejoras, no son restauraciones. Si no se dispone del dinero suficiente para reparar el motor, mejor esperar a poder hacerlo bien, pero nunca substituirlo por uno del desguace que este bien, no es para trabajar, es para ser patrimonio histórico, debe conservar las máximas piezas que salieron con él de fábrica; claro que los elementos de desgaste pueden ser sustituidos, pero cabe recordar, que, por ejemplo, una bomba de agua de época puede ser reparada, aunque sea más fácil sustituirla por una nueva, pero esta estará fabricada seguro en otro sitio y con unos estándares distintos de calidad. Normalmente los inspectores de los laboratorios suelen ser razonables y captan muy bien las intenciones del personal
TERCERO:
Localizar el Laboratorio Oficial de Vehículos Históricos más cercano a donde se encuentra el tractor (o máquina), puesto que o se acerca la máquina al laboratorio o viene un inspector a realizar las comprobaciones oportunas al domicilio donde se encuentre. El laboratorio en varios casos está asociado a Universidades en consorcios con las Escuelas de Ingeniería Industrial, aunque ya existe alguna empresa privada que se encarga de las gestiones oportunas en conjunto.
CUARTO:
En el laboratorio informarán de los documentos obligatorios para iniciar la tramitación y el coste de las tasas a pagar. Los documentos suelen ser: instancia a modo de solicitud dirigida al laboratorio, fotografías, ficha reducida de características e informe del club o asociación.
QUINTO:
Visita; el personal habilitado del laboratorio oficial realizará una inspección del vehículo (puede ser, normalmente, en el propio domicilio o en las instalaciones del laboratorio, lo que salga más económico), en ésta, se velará por la originalidad del conjunto restaurado o conservado, no efectuando ninguna prueba dinámica de medición, solo se arrancará y comprobarán funcionamientos de algunos elementos concretos a demanda del inspector.
SEXTO:
Después el Laboratorio emitirá un Dictamen (en el caso de que todo esté correcto), que extenderá al promotor y al organismo del gobierno autonómico que gestione este asunto (normalmente las Consejerías de Industria).
SÉPTIMO:
Con el dictamen favorable del laboratorio, ya se puede acudir a una estación ordinaria de inspección técnica de vehículos, en donde el tractor pasará una inspección adaptada a los vehículos históricos, puesto que no se someterán los elementos mecánicos al mismo nivel de fatiga que un vehículo sin esta calificación (por ejemplo, no se someterá al frenómetro).
OCTAVO:
Con el dictamen del laboratorio, el informe de la ITV y la acreditación de la propiedad ya se puede acudir a la delegación correspondiente de la Dirección General de Tráfico a solicitar la validación de la ficha técnica y el permiso de circulación (con banda amarilla en este caso).
NOVENO:
Causar baja en la Delegación correspondiente de la Consejería de Medio Rural, (la popularmente conocida como Agronómica), puesto que el vehículo ya no será para uso agrícola no pudiendo disfrutar de la cartilla agrícola.
Por el medio pueden aparecer complicaciones y puede ser que haya que acudir a algún sitio a mayores, por ejemplo, a la delegación de Hacienda del gobierno de la comunidad autónoma si hay algún cambio de titularidad sin registrar en la Delegación de Tráfico, lo que aumentará el tiempo de resolución.
Sobre el coste; prefiero no decir cantidades, puesto que en materia de recaudación cada comunidad autónoma en este ámbito tiene las suyas y por supuesto las Universidades lo mismo; en todo caso, son tasas públicas y navegando por internet deberían de localizarse, por lo tanto, a modo de resumen, hay que abrir la cartera en los siguientes sitios:
– Laboratorio oficial de vehículos históricos
– Asociación o club de vehículos clásicos emisora del informe (si se es socio de la misma, normalmente, repito, normalmente, es un servicio que se presta de forma gratuita).
– Inspección técnica de vehículos.
– Delegación de tráfico.
– Delegación autonómica de Hacienda (en el caso de que existan por medio transmisiones patrimoniales).
Si se realiza el trámite en una empresa privada (de ingeniería, gestoría, asesoría, etc.) evidentemente también habrá que pagar sus honorarios.
Espero que estas letras aclararan un poco el itinerario de gestiones que hay que realizar para conseguir la calificación de vehículo histórico de un tractor, y con ello, animar a que se conserve nuestro patrimonio arqueológico industrial agrario de la forma más correcta posible.
Atentamente
Marcos Vázquez Marey
Secretario de AGAMAC.